Allá por fines de la década del '30 durante el pasado siglo, era un lugar más amplio y que convocaba a cientos de milongueros, en muchos casos dispuestos a bailar con la música en directo, de orquestas ubicadas sobre palcos de madera, cubiertos con tela.
Bien de barrio, y lo que hoy es Círculo Apolo, en Machain 3517, fue un predio más amplio que se extendía hasta la calle transversal, hoy Núñez. En la esquina se instalaba el palco y ahí aparecían orquestas como Aníbal Troilo, Juan D'Arienzo, Rodolfo Biagi y otras. Cantó el "Polaco" Roberto Goyeneche, pero no como muchos supondrían con "Pichuco". No. Fue con la orquesta de Horacio Salgán. Hubo otros cantores que pusieron su arte al servicio de los bailarines de esos tiempos, que duró hasta septiembre de 1955. Luego el tango entró en bajante, aunque persistía el amor por el mismo.
Ahora y desde hace un par de años, se unieron para darle forma a "La milonga entre amigos", Jorge Maradona que se encarga de pasar la música en general y hace las veces de presentador. Su joven socio es Darío Rodríguez, emprendedor y planeando con Jorge, variantes diversas para brindarles a sus habitué y aquellos que concurren a conocer, un lugar con esencia de tango, ese tango tradicional que se bailó en los barrios, diferente tal vez del que tiene su vecino Villa Urquiza. Y siempre perdura cierto aire de competencia barrial, como se dió en otros tantos casos.
En la vieja épóca -cuenta Jorge- los pisos tenían una linda decoración con figuras, y se bailaba muy bien. Ahora no está ese tipo de decoración, pero se puede bailar tangos, valses y milongas sin dificultad, rodeado de mesas. En muchas veladas aparecen parejas clásicas de la zona y desde otros rincones más alejados.
El proyecto de Darío y Jorge, es acercar más gente de la milonga pero no en parejas, para que se origine esa magia del cabeceo, de la mirada que acepta o cambia de rumbo, de conocerse ó encontrarse. Se ha formado un grupo de amigos, que concurren a bailar viernes, sábado ó domingo. A veces las caras no se repiten, cada día tiene un ambiente propio, pero sin embargo en Círculo Apolo, prevalece claramente el respeto, el saludo cordial entre los concurentes y de éstos con los organizadores. De a poco, turistas extranjeros amantes del baile se entusiasman por conocer esta milonga porteña y disfrutar con una buena cena o un trago. Quieren ver "cómo es ese tango bailado al piso, elegante, clásico". Ese que engalanaron muchos milongueros del pasado y otros lo siguen haciendo. No hace mucho, apareció en el recinto el gran bailarín Miguel Ángel Zotto y su compañera Daiana Guspero. Encantado por el trato y las características de la milonga, bailó una aplaudida exhibición.
Tal vez el secreto de permanencia de este baile tiene que ver con el buen trato, la pista cuadrada, la calidad y variedad de la música. También, que en diferentes días y horarios hay enseñantes tal como la pareja campeona del Metropolitano 2008 de milonga y Mundial de Tango Salón, Daniel Nacucchio y Cristina Sosa, docentes de lujo que martes y domingos convocan buen alumnado. Pero además otros enseñantes como QUIQUE CAMARGO, Lucas Páez con Adriana Vasile (ahora de gira por el exterior), y Enrique Reartes con Mabel Tesone, tienen sus días para instrucción de
baile en concurridas clases. Se han rendido numerosos homenajes en Círculo Apolo. Tal vez el que más público tuvo, fue a Francisco Canaro, con presencia de su hija Rafaela, también otros al gran Aníbal Troilo, al cantor Enrique Campos, a la experimentada y querida profesora Mimí Santapá y muchos más.
-Jorge, ¿cuál es tu mayor logro y cuál tu deuda pendiente con los bailes en Apolo?
-Haber devuelto al Círculo Apolo Las mágicas noches milongueras que existieron en los comienzos del club y la deuda pendiente es: cumplir con todas las inquietudes y espectativas de nuestro público.
-Darío, ¿tenés pensado un nuevo diseño para los viernes, acercando más al turismo?
Sí, la idea es ofrecerles una noche de milonga típica de barrio, brindándoles un servicio que se completaría con una clase inicial a cargo de Daniel Naccuchio y Cristina Sosa; una cena con la mejor gastronomía, que incluya platos típicos argentinos y diversas exhibiciones de excelentes milongueros y bailarines.
-Darío, ¿qué le falta, a Círculo Apolo para mantener muy buena cantidad de público en todas las jornadas?
Creo que diversidad de productos, por eso es que vamos a emprender un producto nuevo para los viernes. Trataremos de diferenciar nuestros bailes de los sábados con los bailes de los domingos.
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